LA IDENTIDAD DE SATANÁS

B. La identidad de la serpiente

En el tercer capítulo del Génesis, la Biblia indica que fue una serpiente quien tentó a Eva a pecar. Sin embargo, la serpiente a que se refiere allí no puede ser una serpiente en el sentido literal, sino que debe ser un símbolo, por motivos que se explican más adelante.

En este capítulo del Génesis también, vemos que la "serpiente" habló con la mujer y sabía que Dios había prohibido que Adán y Eva comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Para poder hablar la "serpiente" con los seres humanos y saber lo que Dios les había instruido, la "serpiente" debería haber sido un ser espiritual. El Apocalipsis 12:9 dice:

Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.

Este pasaje indica que la "serpiente antigua" es el Diablo. Esta "serpiente antigua" es la misma "serpiente" que tentó a Eva. Puesto que el Apocalipsis 12:9 dice que la "serpiente" fue arrojada del cielo, sabemos que la "serpiente" estaba en el cielo antes de ser arrojada, y por lo tanto debería haber sido un ser espiritual.

Hemos aprendido que la "serpiente" es Satanás (Apoc. 12:9), pero para saber quién es Satanás, tenemos que descubrir la identidad del ser espiritual que estaba en el cielo antes de pecar. Sabemos que no había ningún ser en el Edén que no fuera creado por Dios, que Dios crea solamente lo bueno, y que ningún ser bueno podría cometer un pecado después de perfeccionarse. Por estas tres razones, puede argumentarse que la " serpiente ", que estaba originalmente en el Edén antes de ser arrojada del cielo, debería haber sido originalmente un ser que Dios creó con la naturaleza de bondad, y un ser que todavía no se había perfeccionado.

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