II
Pedro 3:12 nos dice: ...los cielos, en llamas, se disolverán, y los
elementos, abrasados, se fundirán... Si esto ocurriese literalmente,
entonces la meta de Dios para la creación no podría realizarse. Sin embargo,
Malaquías 3:19 profetizó que el día de Jesús sería un día de destrucción por el
fuego; en Juan 5:22 y Juan 9:39, Jesús se describió como un señor del juicio; y
en Lucas 12:49, Jesús dijo: "He venido a arrojar un fuego sobre la
tierra..." Pero Jesús nunca llevó a cabo un juicio por fuego literal.
Entonces, ¿qué significan estos versículos? Ellos deben tener un significado
simbólico.
En
Jeremías 23:29, Dios dijo que Su palabra podría ser comparada al fuego. Así, el
juicio por el fuego es en realidad el juicio por la palabra, o la verdad. En
Juan 12:48, Jesús dijo: "El que me rechaza y no recibe mis palabras,
ya tiene quien lo juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el
último día..."
II
Tesalonicenses 2:8 dice: ...entonces se manifestará el impío, a quien el
Señor Jesús destruirá con el soplo de su boca lo que significa, en
realidad, por la palabra. Del mismo modo, Isaías 11:4 dice: Herirá el
hombre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al
malvado.
En
Juan 5:24 Jesús dijo: ...el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha
enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la
muerte a la vida."
Por
medio de estos versículos, vemos claramente que el juicio por el fuego
significa el juicio por la palabra.
C.
Encuentro con el Señor en el aire (I Tesalonicenses 4:17)
I
Tesalonicenses 4:17 dice: Después nosotros, los que vivamos, los que
quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor
en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.
Los
últimos días serán el tiempo de la realización de la meta de la creación. Por
lo tanto, la profecía según la cual los creyentes, en los últimos días,
encontrarán al Señor en el aire no puede ser una profecía literal, porque el
aire no es el sitio donde la meta de la creación puede realizarse.
En la
Biblia, "cielo" generalmente significa la dimensión sagrada,
exaltada, y sin pecado, que está bajo la soberanía del bien, mientras que
"tierra", su opuesto, significa la dimensión profana, baja y
pecaminosa, bajo la soberanía del mal. Por ejemplo, cuando decimos, "Padre
Nuestro que estás en los cielos. ...” (Mateo 6:9), no queremos decir que Dios
está ubicado en el firmamento, arriba, sino que nos referimos a la dimensión
sagrada y exaltada de la existencia de Dios. Así que, "encontrar al Señor
en el aire" no significa la elevación física de los cristianos para
encontrar a Cristo en el firmamento, sino que se refiere al desarrollo de sus
cualidades espirituales internas, y su servicio a Cristo en el mundo de la
buena soberanía cuando él regrese y establezca el reino de los cielos en la
tierra.
D. El sol y la luna se oscurecen; las
estrellas caen del cielo (Mateo 24:29)
Mateo 24:29 dice: Inmediatamente después
de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su
resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán
sacudidas.
Si estas calamidades llegasen a ocurrir, la
meta de la creación no podría ser realizada. Entonces, ¿cuál es el significado
de estas predicciones? El Génesis 37:9-10 nos da una idea. Allí encontramos la
interpretación de uno de los sueños de José, en el cual el sol simboliza al
padre, la luna a la madre, y las estrellas a los hijos. Jesús y el Espíritu
Santo dan renacimiento a la gente caída, y así están en la posición de padre y
madre (refiérase a "Cristología"). Por lo tanto, en el Nuevo
Testamento (Mateo 24:29), el sol y la luna representan a Jesús y al Espíritu
Santo, quienes son la fuente de la luz de la verdad, la cual ilumina el
espíritu y el corazón de la humanidad. Las estrellas representan a los
creyentes (cristianos), quienes son los "hijos" de Jesús y del
Espíritu Santo.
Visto de esta manera, la luz del sol
simboliza la luz de la verdad de las palabras de Jesús, y la luz de la luna
simboliza la luz del Espíritu Santo. El significado del pasaje que dice que el
sol y la luna serán oscurecidos, es que la verdad de Jesús y del Espíritu Santo
(es decir, el Nuevo Testamento) será eclipsada por la luz de una nueva
expresión de la verdad. ¿Cómo es posible esto? Así como el Antiguo Testamento
fue eclipsado cuando Jesús y el Espíritu Santo llegaron con las nuevas palabras
que iban a ser el cumplimiento del Antiguo Testamento cuando Cristo llegue de
nuevo, con una nueva expresión de la verdad, las palabras de Jesús y del
Espíritu Santo serán eclipsadas. Que la verdad perderá su luz, significa que el
período de su misión terminará con la llegada de una era para una nueva
expresión de la verdad. Las "estrellas" cayendo del cielo representan
a aquellos cristianos quienes, en los últimos días, porque no aceptarán la
verdad del Señor, perderán su posición como hijos de Dios.
En Lucas 18:8 Jesús preguntó: "...cuando
el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?". En
otra ocasión, él dijo que en la Segunda Venida, les diría a muchos
creyentes: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de
iniquidad!" (Mateo 7:23)
Aunque
los líderes de Israel habían aguardado ansiosamente al Mesías, todos
"cayeron" por haber rechazado las nuevas enseñanzas que Jesús trajo.
Jesús previó la posibilidad de que los líderes religiosos hicieran lo mismo en
el tiempo de los últimos días, y por eso, dijo estas cosas como una
advertencia.
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